No hay cosa más mediocre en el mundo que la posesión de una mujer, amigo mío; quien ha tenido una, ha tenido ciento: la única forma de alejar la monotonía de esos triunfos insípidos, es deberlos sólo a la astucia y únicamente sobre los restos de un tropel de prejuicios vencidos pueden encontrarse algunos encantos.
La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino.
Estás aquí para que yo te pueda enseñar algo. Todas las personas con las que te encontrarás aquí tienen una cosa que enseñarte. Eddie no se lo creía. Siguió con los puños cerrados. - ¿Cuál? -dijo. -Que no hay actos fortuitos. Que todos estamos relacionados. Que uno no puede separar una vida de otra más de lo que puede separar una brisa del viento.
El secreto de la felicidad, o, por lo menos, de la tranquilidad, es saber separar el sexo del amor. Y, si es posible, eliminar el amor romántico de tu vida, que es el que hace sufrir.
A los buenos amigos no es suficiente iluminarles el camino, hay que apartar de él también todo lo que pueda hacerles tropezar.
Pero los años me han enseñado que no se convence más que a los convencidos. Pretender apartar a las gentes de sus gustos, de sus inclinaciones naturales, para acercarlas a nosotros, es tan estéril como renegar de nosotros mismos para borrar la distancia que nos separa de tal o cual ser.
La ignorancia no discierne, busca un tribuno y toma un tirano. La miseria no delibera, se vende. alejar el sufragio de manos de la ignorancia y de la indigencia es asegurar la pureza y acierto de su ejercicio. Algunos dirán que es antidemocrático pero la democracia, tal como ha sido ejercida hasta ahora nos ha llevado a este triste destino.
Me parece absurdo que las leyes, que son expresión de la voluntad pública, que detestan y castigan el homicidio, cometan ellas mismas también uno, ordenando un homicidio público para alejar a los ciudadanos del asesinato.
La paciencia es una virtud, excepto cuando se trata de apartar los inconvenientes
El hombre, tanto físico como moral, ser viviente, sensible, pensante y actuante, no tiende en cada instante de su vida más que a procurarse lo que le gusta o lo que está conforme con su ser, y se esfuerza por apartar de sí todo lo que le puede dañar.
Muy gran valor es vencer a los enemigos con armas, pero cosa de mayor prudencia desterrar y ahuyentar los vicios de la paz.
La gente cree que los cincuentones hacemos cosas súbitas y sorpresivas para ahuyentar al fantasma de la vejez: comprar motocicletas para devorar carreteras, divorciarse inopinadamente y cortejar jovencitas de 18 años, iniciarse en el camino de los placeres homosexuales, consumir alcaloides como músico de heavy metal, tirarse al abismo del trago consuetudinario.
A mí me ganaba por la palabra, pero si hubiéramos acabado por llegar a las manos le juro a usted por mis muertos que lo mataba antes de que me tocase un pelo. Yo me quise enfriar porque me conocía la carácter y porque de hombre a hombre no está bien reñir con una escopeta en la mano cuando el otro no la tiene.