Lo más caro del mundo es ser pobre.
Es extremadamente raro que con tantos conocimientos alguien sea al mismo tiempo tan amable. He observado casi siempre que las mujeres instruidas tienen en el mundo una cierta rudeza; una especie de afectación que hace que se compre muy caro el placer de su compañía
Un hombre inútil es gravoso al estado, en que se pesa el mérito de los miembros por la utilidad que de ellos se saca.
Lo más preciado que conservo a lo largo de todos estos años es la experiencia de saberme querido y vigente. La única causa para que esto suceda es que Dios está ahí conmigo todo el tiempo, ayudándome, avivándome, manteniéndome con la llama encendida para que siga haciendo todo con vitalidad y con mucha alegría.
En un beso muy largo y muy profundo nos bebimos las lágrimas del aire, y fueron nuestras vidas como un sueño y los minutos como eternidades...