La Corona, símbolo de la permanencia y unidad de la Patria, no puede tolerar, en forma alguna, acciones o actitudes de personas que pretendan interrumpir por la fuerza el proceso democrático que la Constitución, votada por el pueblo español, determinó en su día a través de referéndum.
Eso de gritar sin cesar, eso de interrumpir a los abogados en los procesos, eso, Elio, no lo haces por nada: cobras por callar.
Un pueblo oprimido tiene derecho a levantarse y a romper sus cadenas en cuanto pueda.
Los vendedores de software quieren dividir a los usuarios y conquistarlos, haciendo que cada usuario decida no compartir su software con los demás. Me rehúso a romper la solidaridad con otros usuarios de esta manera.