Debemos mucho a Maquiavelo y a quienes nos han mostrado lo que los hombres hacen, y no lo que deberían hacer.
No pudimos perjudicar en nada a los enemigos y nos retiramos con muchas dificultades. (...) Gracias sean dadas a los dioses porque no vinieron con una gran fuerza, sino con pocos hombres, de manera que no nos han hecho un gran daño y, en cambio, nos han mostrado nuestras carencias.