El se desmayó delante de mi. No fueron las pastillas, fueron los hombres de gris.
Ahora cuando nuestros cuerpos arriesgan un encuentro, temen desencadenar la furia de sus sentidos, y sólo en el breve desmayo de la despedida se estremecerá tu risco o vacilará mi ola.
El desaliento es enemigo de tu perseverancia. -Si no luchas contra el desaliento, llegarás al pesimismo, primero, y a la tibieza, después. -Sé optimista.
Los opresores, falsamente generosos, tienen necesidad de que la situación de injusticia permanezca a fin de que su generosidad continúe teniendo la posibilidad de realizarse. El orden social injusto es la fuente generadora, permanente, de esta generosidad que se nutre de la muerte, del desaliento y de la miseria.
No cabe duda, pues, de que los judíos, desde la disolución de su Estado, ya no están más obligados por la ley de Moisés que lo estaban antes del comienzo de su sociedad y de su Estado.
El gran peligro de Europa es la disolución de la unidad de España.
Aquí estoy una vez más en esta escena de la disipación y el vicio, y ya empiezo a encontrar mi moral dañada.
¿No es verdad que es mas honroso predicar la rigidez de Esparta que la libre disipación de Babilonia?
La muerte es una finitud dialéctica. El ser dialéctico, es decir, el hombre, es el único ser mortal, en sentido lato. La muerte de un ser humano difiere esencialmente del fin de un animal o de una planta, así como de la desaparición de una cosa por simple desgaste.
En la actualidad, la misión tradicional de un jardín zoológico (ocio, formación e investigación científica) aún es más importante debido a la progresiva desaparición de animales salvajes y al desarrollo de la cría y estabulación de especies, así como la reintroducción de algunas especies en la naturaleza.
Identificar claramente los amigos y los enemigos de las fuerzas populares es un punto de partida indispensable para una política revolucionaria. Toda confusión, la confianza en los enemigos y el alejamiento de los amigos constituyen un debilitamiento enorme para la clase obrera y el pueblo
El nacionalismo no es guerra. Todo lo contrario; la falta de respeto a la nacionalidad engendra las conquistas. Las conquistas sólo son posibles, porque se debilita el nacionalismo de un pueblo. Nosotros somos el país de América que más guerras hemos soportado, no por nacionalistas, sino por falta, por debilitamiento del espíritu nacional.
No existe vértigo mayor que el que produce una cuartilla de papel blanco. Aquellos pentagramas dispuestos a que los rellenemos con notas tienen cierto semblante burlón que produce, cuando menos, respeto.
Fuiste verdad visible, combustión, palabras que mis manos llovían sin descanso desde el temblor de un vértigo insondable.
Los contrasentidos de la civilización durarán lo que dure la inconsciencia de las multitudes. Nos parece que los tiempos actuales, no obstante la recrudescencia de todas las barbaries históricas, están gritando que la inconsciencia acaba
Las casualidades son las cicatrices del destino. No hay casualidades, somos títeres de nuestra inconsciencia
¿Lo mejor del cielo? Muy pronto los ángeles me lo habrán de mostrar ¿Adónde me llevan? La tierra abajo quedó, eclipse de vida en la tierra, las almas ya vuelan hacía el sol, eclípsase el sol de repente y es negro el cielo de Dios.
Eres el sol de los cielos de mi santidad; no dejes que la contaminación del mundo eclipse tu esplendor. Rasga el velo de la negligencia para que emerjas resplandeciente por detrás de las nubes y adornes todas las cosas con el atavío de la vida.
Hay que seguir adelante, vencer el cansancio, el miedo y el deseo. La fatiga disfraza sus intenciones. La fatiga es sueño, curiosidad y desgano en los caminantes. Abre bien los ojos, hijo, y sigue al pájaro Pujuy. El no se equivoca. Su destino es como el nuestro: caminar para que otros no se pierdan.
El mareo es al espacio lo que la impaciencia al tiempo.