Vivo en un barrio de la ciudad tan apartado que el cartero me manda las cartas dirigidas a mí.
Come ligeramente y mantente apartado de los vinos y las comidas abundantes cuando se tiene que hacer un trabajo. El pasarse varias horas a la mesa, en medio de un día de trabajo, es la mejor forma de acortar la vida
(...) me lo imagino también como una especie de recinto secreto lleno de trastos borrosos, separado de las antesalas más limpias y ordenadas de la mente por una cortina que sólo se descorre de vez en cuando; los recuerdos que pueden darnos alguna sorpresa viven agazapados en el cuarto de atrás, siempre salen de allí y sólo cuando quieren, no sirve hostigarlos. El Cuarto de Atrás.
Entre las criaturas de Dios dos, el perro y la guitarra, han tenido todos los tamaños y todas las formas, con el fin de no ser separado del hombre.
Ver, percibir, es más que reconocer. No se identifica algo presente en términos de un pasado desconectado de este. El pasado es traído al presente de manera que ensancha y ahonda su contenido.