Soy sólo hoy un pedazo de luna el rasgo de una playa el arañazo de un gato el beso de uno que se creía violento y a quien mordí.
Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera experiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo
Se estaba muriendo de una enfermedad no menos mortal que las que aparecen en un obituario; de una herida interior incurable: tenía destrozado el corazón.
Soy sólo hoy un pedazo de luna el rasgo de una playa el arañazo de un gato el beso de uno que se creía violento y a quien mordí.