La música se convirtió en mi alivio, y aprendí a escucharla con los cinco sentidos. Descubrí que así podía borrar todos los sentimientos de miedo y confusión relacionados con mi familia. Éstos aún se agudizaron más en 1954, cuando yo tenía nueve años y mi madre apareció de repente en mi vida.
Están deseando borrar la luz de la razón y del pensamiento. ¡Cuidado!
Resulta que la vida no era solo empujar, ni un juego de dudosos espejismos. No había que perderse dando vueltas en una puerta giratoria, ni desconfiar de todos los reflejos, ni creer cualquier cosa sólo porque la imagen parecía verdadera. Había que encontrar el punto justo donde azar y destino son lo mismo, el exacto momento en que la puerta giratoria te ofrece una salida.
¿Puede el hombre conocer el universo? dios santo, no perderse en Chinatown ya es bastante difícil.
Hay que olvidar la lógica maniquea de verdad y mentira, y centrarlos en la intencionalidad de quienes mienten.
Una cosa segura: ya no podremos volver allí. Lo pasado está aún demasiado reciente. Todo lo que hemos procurado olvidar se removería de nuevo, y aquella sensación de miedo, de inquietud furtiva, que había llegado a convertirse en pánico ciego e insensato a Dios gracias ya acabado, podría, por cualquier circunstancia ignorada, volver a la vida para perseguirnos como antes.
Lo que aprendí en la investigación que hice sobre los viajes a través del tiempo fue que si cambias algo, ya sea del pasado o del futuro, puedes llegar a transformarlo todo de manera radical. Cualquier experiencia, buena o mala, pensamientos y sentimientos pueden borrarse para siempre.
No hay que confundir la soledad con la falta de compañía. La primera la padezco como viudo fiel que he sido, pero no la segunda. Mi familia y mis amigos se desviven por atenderme. ¿Puedo quejarme yo de soledad?
Por otra parte, sí no queremos confundir las enseñanzas eternas con aquellas que sóplo podían ser útiles por algún tiempo o para unos pocos, conviene saber también en que ocasión, en qué época y para qué nación o qué siglo fueron escritos todos esos documentos.
Este tratamiento insensible, sádico y villano contra los judíos, que ahora ha durado varios años -- con su objetivo final de la extirpación - es la mancha más grande en el honor de Alemania. Nunca podrán borrar estos crímenes.
La música se convirtió en mi alivio, y aprendí a escucharla con los cinco sentidos. Descubrí que así podía borrar todos los sentimientos de miedo y confusión relacionados con mi familia. Éstos aún se agudizaron más en 1954, cuando yo tenía nueve años y mi madre apareció de repente en mi vida.
¿Qué es el hombre, ése semidios ensalzado? ¿No le falta la fuerza cuando más la necesita? Y cuando abre las alas en el cielo de los placeres, lo mismo que cuando se sumerge en la desesperación, ¿no se ve siempre detenido y condenado a convencerse de que es débil y pequeño, él, que esperaba perderse en el infinito?
Toda comprensión intensa es finalmente la revelación de una profunda incomprehensión. Todo momento de hallar es un perderse a uno mismo.
Y si la vida es un instante hoy quiero olvidar que existo... quiero escapar a mi desierto sin ser visto, salir de este círculo, volar a otro lugar quedarme quieto, allí la soledad es mi amuleto.
Hemos visto el círculo más elevado de poderes en espiral. Le hemos puesto de nombre a este círculo Dios. Podríamos haberle puesto cualquier otro nombre que quisiéramos: abismo, misterio, oscuridad absoluta, luz absoluta, materia, espíritu, esperanza última, desesperanza última, silencio. Pero no olvidar jamás, somos nosotros quienes le ponemos el nombre.
Lo que aprendí en la investigación que hice sobre los viajes a través del tiempo fue que si cambias algo, ya sea del pasado o del futuro, puedes llegar a transformarlo todo de manera radical. Cualquier experiencia, buena o mala, pensamientos y sentimientos pueden borrarse para siempre.