La mayoría de las cosas que nos pasan, si se piensa, vienen y van sin dejar rastro, como si en realidad no importaran mucho y esa predisposición para olvidarlas fuera nuestra manera de perdonar que nos hayan distraído de las cosas que sí merecían atención. Sin embargo hay unos pocos momentos escogidos en la vida qye según los estás viviendo ya sabes que los vas a recordar para siempre
¡Ay madre! Cuando estemos satisfechos de comer, de hablar, de reírnos y maravillarnos, nos vamos cada uno a lo nuestro: yo a mi cama, donde distraído abro la esclusa intemporal del sueño, tú a tu tumba, donde susurra la hierba familiarmente con su voz de tiniebla y eternidad.
Conocerás por experiencia lo salado del pan ajeno, y cuán triste es subir y bajar las escaleras en un piso ajeno
El dinero no es una invención estatal ni el producto de un acto legislador. La sanción o aprobación por parte de la autoridad estatal es, pues, un factor ajeno al concepto del dinero. El hecho de que unas determinadas mercancías alcancen la categoría de dinero surge espontáneamente de las relaciones económicas existentes, sin que sean precisas medidas estatales.
México tiene numerosos problemas que resolver, problemas que se han ido acumulando a través de varias décadas, y a los cuales no ha sido posible hallarles la adecuada solución. El problema fundamental de México, lo he dicho no una sino muchas veces y no es malo repetirlo, el problema fundamental de México es hacerlo.
Con la misma indiferencia que corren las aguas por los ríos y pasa el viento del desierto, así un nuevo día se ha ido de mi existencia. Hay dos días por los cuales mi corazón jamás ha languidecido: ese que no ha llegado aún y ese que ya pasó
El descortés es como un leproso del mundo distinguido
Dicen esas cosas en nombre de la corrección política. Yo soy políticamente incorrecto y la corrección política no es más que la mordaza que antiguamente se llamaba censura e Inquisición. Además yo hablo con palabras de escritor, no con eufemismos de personas que sólo quieren ganar votos.
Yo no me muerdo la lengua, no me puedo quedar callado ante lo que me parece incorrecto (....) Para algunos eso es bueno y para otros no
Soy el culpable de haber malcriado al vestuario