Si bien los trabajadores suelen resistirse a una reducción de su salario nominal, no acostumbran abandonar el trabajo cuando suben los precios de las mercancías para asalariados.
Toda generalización es un hipótesis; la hipótesis tiene, pues, un papel necesario que nadie ha discutido jamás. Solamente que debe ser siempre lo más rápida y frecuentemente posible, sometida a verificación. Está de más decir que si no soporta esa prueba se debe abandonar sin reservas.
Mucha gente confunde debilidad en la Presidencia de la República, con ejercerla democráticamente. Esa gente tiene todavía resabios del pasado, añora el autoritarismo como una fórmula de gobierno. Yo no acepto eso, la ciudadanía me dio un mandato muy claro, ser democrático y dejar atrás el autoritarismo y eso es lo que estamos cumpliendo
Sólo porque las mujeres han estado oprimidas, y creo que muchas mujeres no desarrollan todo el potencial que tienen porque las consideran seres inferiores. Pero eso no significa que piense que las mujeres son mejores que los hombres, ni tampoco que los hombres son mejores que las mujeres. Lo que está claro es que la principal preocupación de los oprimidos es dejar de estarlo.
No escuchar o, lo que es lo mismo, escuchar distraídamente, es como dar la espalda a alguien que nos pide un favor
Aconsejar a otros, y desatender su propia seguridad, es insensato.
Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado un poco
La diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto de los españoles y evitar el cruzamiento de las dos razas. Si nuestros invasores aprendieran el eusquera, tendríamos que abandonar éste, archivándolo cuidadosamente su gramática y su diccionario, y dedicándonos a hablar el ruso, el noruego o cualquier otro idioma desconocido para ellos.
En la última década se ha desarrollado una ideología nueva que rompe con eso. Pretendemos que el único rol del Estado es desmantelar todas las legislaciones que protegen a los trabajadores para darles lo que se les antoja a los reyes de la economía. El poder no tiene límite. Sin embargo, una de las fórmulas de la democracia la dio Montesquieu: ningún poder ilimitado puede ser legítimo.