No deja de ser humillante para una persona de ingenio, saber que no hay tonto que no le pueda enseñar algo.
Es humillante la corona adquirida por el hecho de haber nacido; al lograr el honor en virtud del propio esfuerzo, introducimos en nuestra existencia la lógica, la unidad indispensable a los bellos destinos.
La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.
La mujer es lo más corruptor y lo más corruptible que hay en el mundo.
El Estado unitario es corruptor de nacimiento, todo Estado unitario, en cualquier tiempo, espacio y forma de gobierno, es siempre personal: el Estado es el jefe del Estado. Y como absorbe la iniciativa de los organismos provinciales y municipales, sustituye con la ley de su voluntad la autonomía de esas sociedades: de aquí la desorganización, y de ésta la corrupción.