La tentación populista está en todas partes, pero justamente cuando se dice que los Gobiernos tienen que ayudar a la gente en vez de a los bancos, es una petición por lo menos mal formulada, porque ayudar a los bancos es ayudar a la gente
El socialismo inicia con retórica populista con un inútil viento de esperanza para luego posarse definitivamente sobre una cartilla de racionamiento.