Descubrió que había actuado como un bárbaro, como una bestia. Había luchado como un pagano en defensa de su fe.
La defensa se convierte en agresión, el derecho en crimen, desde que el tamaño del mal hecho por la necesidad de la defensa excede del tamaño del mal hecho por vía de agresión no provocada.
Las leyes cambian menos rápidamente que las costumbres; son peligrosas cuando quedan a la zaga de éstas, pero aún lo son más cuando pretenden precederlas
La violencia engendra violencia. Los actos de violencia cometidos en la justicia, en la afirmación de derechos o en defensa de la paz no acabar con la violencia. Ellos preparan y justifican su continuación.
Soy socialista e internacionalista, por sobre todo, por eso pongo la defensa de la condición humana por encima de la que se adjudica cualquier religión, cualquier etnia y cualquier nacionalismo.
Las leyes cambian menos rápidamente que las costumbres; son peligrosas cuando quedan a la zaga de éstas, pero aún lo son más cuando pretenden precederlas
Con tanto ardor deben los ciudadanos pelear por la defensa de las leyes, como por la de sus murallas, no siendo menos necesarias aquéllas que éstas para la conservación de una ciudad.
Frente a tanto ministro pacifista que prefiere morir a matar, la decisión de matar a un enemigo que nos quiere matar está justificada como defensa legítima y si pudiera matar a quince miembros de Al Qaeda para liberar a los tres compatriotas secuestrados lo haría sin dudar