Por supuesto, un día u otro tendré que encontrar un trabajo. Está más claro que el agua. No puedo estarme toda la vida así, de brazos cruzados. Más pronto o más tarde encontraré un trabajo. Pero ahora, si te digo la verdad, no sé muy bien qué me gustaría hacer.
La carencia de escuelas, la falta de buena fe en los párrocos, y la depravación manifiesta de los pocos que comercian con la ignorancia y la consiguiente sumisión de las masas, alejan, cada día más, a aquellos pueblos de la verdadera civilización que, cimentada, agregaría al país secciones importantes con elementos tendientes a su mayor engrandecimiento.