¡Duerme! Mientras se despierte del alba con el lucero el vigilante tropero que repita tu cantar, y que de bosque en laguna, en el repente o la hierra, se alce por toda esta, tierra como un coro popular.
Mi caballo era ligero como la luz del lucero que corre al amanecer; cuando al galope partía al instante se veía en los espacios perder.