Una fotografía no es una pintura, un poema, una sinfonía, una danza. No es justa un cuadro bonito. Es o debe ser un documento significativo, una declaración penetrante.
Descubrió que el verdadero sentido del arte no era crear objetos bellos. Era un método de conocimento, una forma de penetrar en el mundo y encontrar el sitio que nos corresponde en él, y cualquier cualidad estética que pudiera tener un cuadro determinado no era más que un subproducto casual del esfuerzo de librar esta batalla, de entrar en el corazón de las cosas.
La vida es simplemente un mal cuarto de hora formado por momentos exquisitos.
Me levanté y fui hacia el jodido cuarto de baño. Odiaba mirarme en aquel espejo pero lo hice. Vi depresión y derrota. Unas bolsas oscuras debajo de mis ojos. Ojitos cobardes, los ojos de un roedor atrapado por un jodido gato. Tenía la carne floja, parecía como si le disgustara ser parte de mí.
Mi ego sólo necesita una buena sección rítmica.
La chica rara, cuyo reinado inauguró la heroína de Carmen Laforet, no sólo rechazaba la retórica idealización de sus labores predicada por la sección Femenina, sino que empezaba a convivir con una idea inquietante, difícil de encajar y de la que cada cual se defendía como podía: la de que no existe el amor de novela rosa.
Una traducción cuando buena es a su original lo que un cuadro copiado de la naturaleza animada, en que el pintor, por medio del artificio de las tintas de su paleta, procura darle el colorido de la vida, ya que no le es posible imprimirle su movimiento.
Es interesante y significativo el que un historiador, sin prejuicio teológico alguno, descubra que no puede describir el progreso de la humanidad honradamente sin dar un lugar de prominencia a un maestro pobre de Nazaret. Un historiador como yo, que ni siquiera se llama cristiano, descubre que el cuadro va girando irresistiblemente en torno a la vida y al carácter de este hombre tan significativo
Había hecho varias notas sobre el tema para la sección salud del noticiero y nunca me di cuenta que yo presentaba todos los síntomas, hasta que la Enfermedad se hizo evidente. Este cansancio físico se manifiesta dañando muchas funciones, y esto me hizo entender que tenemos límites y que no podemos pretender hacerlo todo.
Mi ego sólo necesita una buena sección rítmica.
Por primera vez el tema central y el principio organizador del cuadro ya no es la historia santa, ni los mitos griegos, ni la vida heroica de personajes ilustres, sino la vida cotidiana de las personas anónimas.
El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral... Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda...
La chica rara, cuyo reinado inauguró la heroína de Carmen Laforet, no sólo rechazaba la retórica idealización de sus labores predicada por la sección Femenina, sino que empezaba a convivir con una idea inquietante, difícil de encajar y de la que cada cual se defendía como podía: la de que no existe el amor de novela rosa.
Mi ego sólo necesita una buena sección rítmica.
No hay objetivo grande para un destacamento revolucionario, no hay metas imposibles para un pueblo que tiene confianza en su propia fuerza.
Cuando un amigo se casa todo termina, porque el cariño celoso de la mujer no tolera el afecto vigoroso y franco que existe entre dos hombres.
El enemigo ha entrado en casa Oh, Dios, ¿existes? Haces y aún no cobras venganza. ¿Acaso no tuviste suficiente con los crímenes de Moscú? O... ¡O quizás Tú seas moscovita!
Desde hace mucho lucho contra la decoración. Sólo hice eso de joven y por eso no me gusta. La decoración es algo superficial, ocupa un lugar inmutable. Por eso los edificios públicos se decoran para publicitar a las personalidades. No hace falta mirarla siempre, pero en la vivienda es algo obsesivo.
¡Lástima que en vivienda tan preciosa, le dijo un amigo, falte una biblioteca! Bello adorno, útil y preciso.
Yo no peleé por difundir el cuarteto para llegar a esto de no poder salir a la calle. Yo peleé porque tenía que pelear por el cuarteto, por la música que hago y porque lo amo con toda mi vida, pero me gustaría que por intermedio de una cámara o algo así que, en serio, es muy feo que cuando uno está, que el poco tiempo que tengo para estar con las personas que quiero, me lo quiten
Me gustaría que me recuerden como uno de los que defendió la música de Córdoba, la música del cuarteto
Una cabeza sin memoria es como una fortaleza sin guarnición