El socialismo inicia con retórica populista con un inútil viento de esperanza para luego posarse definitivamente sobre una cartilla de racionamiento.
Es sorprendente ver cuán a menudo una frase anotada en una libreta conduce inmediatamente a otra frase. Puede ocurrir que se desarrolle un argumento a medida que vas tomando notas.
Supuestamente el cerebro humano es algo parecido a una libreta que se adquiere en la papelería: muy poco mecanismo y muchas hojas en blanco