Así, soltamos el timón al que tan largo tiempo nos habíamos aferrado y la barca frágil en la que flotábamos pareció, una vez libre de todo gobierno, apresurarse y encarar la proa hacia el oscuro abismo de las olas.
El que llega primero al campo de batalla espera la llegada del enemigo fresco para combatir. Quien llega tarde al campo de batalla tiene que apresurarse y arriba exhausto al combata.
Las leyes naturales del universo son tan precisas que no se nos hace difícil construir una nave espacial para volar a la Luna, y podemos medir el tiempo del vuelo con la precisión de una fracción de segundo. Estas leyes tienen que haber sido establecidas por alguien
Para volar tan rápido como el pensamiento a donde quiera que sea, dijo, debes empezar por saber que ya has llegado
Ahora, estos tipos no tienen ni idea. Pilotan karts hasta los 18 años y después pasan a la Fórmula 1. No saben hacer nada más que acelerar y mover el volante, pero no desarrollan su personalidad. El único carisma que tiene un tipo como Lewis Hamilton es su novia.
El secreto de esta especialidad, radica en frenar un segundo después de lo que indica el sentido común y acelerar un segundo antes de lo que impera la lógica
Mientras haya chicos enojados y sin tener una verdadera forma de ventilar toda esa furia, el heavy metal vivirá.
El miedo ante la unión, ante el fluir hacia la otra parte. Entonces ya no estoy nunca más solo
El agua es realmente una sustancia que ayuda a hacer el alimento fluido y atenuado, para que así pueda fluir fácilmente dentro de los vasos sanguíneos y fuera de los canales excretores. La nutrición no puede llevarse a cabo sin ella; es la criada de la nutrición.
El Imperialismo es la base de la vida de todo pueblo que tiende a extenderse económica y espiritualmente
No hay nada tan veloz como la calumnia; ninguna cosa es más fácil de aceptar, ni más rápida de extenderse
Se puede luchar contra los muertos, pero cuando llegan sus amos, cuando empieza a levantarse esa neblina blanca... ¿Cómo se lucha contra la niebla, cuervo? Sombras con dientes...Un aire tan frío que duele hasta respirar, como un cuchillo que atraviesa el pecho...No sabes nada, no puedes saberlo. ¿Tu espada puede atravesar el frío?
Ladrón, trabajaba para otros: ladrones más adinerados, patrones que proveían el exótico software requerido para atravesar los muros brillantes de los sistemas empresariales, abriendo ventanas hacia los ricos campos de la información.
¿Es posible, que no se haya aún visto, reconocido, ni dicho nada verdadero e importante? ¿Es posible que haya habido milenios para observar, reflexionar y escribir, y que se hayan dejado transcurrir esos milenios como un recreo escolar, durante el cuál se come una rebanada de pan y una manzana?
Un simple minuto puede convertirse en una eternidad sempiterna, a la vez que diez milenios pueden transcurrir en un abrir y cerrar de ojos.
En química nunca pude aprenderme mas alla del hache dos cero del agua, nunca pude pasar de eso
En la historia caminamos entre las ruinas de lo egregio. La historia nos arranca a lo más noble y más hermoso, por que nos interesamos. Las pasiones lo han hecho sucumbir. Es perecedero. Todo parece pasar y nada permanecer. Todo viajero ha sentido esta melancolía.
La devoción a María gusta de difundirse y quien no intenta comunicarla y tiene poco entusiasmo y poder no tienen límites, y el tesoro de sus regalos demuestra que carece de tan preciosa devoción.
El periodismo no es en esencia una fuerza privativa, como la han hecho en realidad. Es una fuerza expansiva y comprensiva, que debe extenderse a todo y abarcarlo todo en el sentido de la verdad, del bien, de la libertad y la justicia
No hay nada tan veloz como la calumnia; ninguna cosa es más fácil de aceptar, ni más rápida de extenderse
Es completamente lícito para una católica evitar el embarazo recurriendo a las matemáticas, aunque todavía está prohibido recurrir a la física o a la química
La profundidad y fuerza de un carácter humano es definido por sus reservas morales. La gente se revela a sí misma completamente sólo cuando es lanzada fuera de las condiciones de costumbre de sus vidas, pues sólo entonces tienen que recurrir totalmente a sus reservas
Apresurarse demasiado a corresponder un favor constituye una especie de ingratitud.
Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase: el bien público estaba a todos instantes ante mi vista.
Para que podamos mirar y tocar sin pudor las flores, sí, todas las flores y seamos iguales a nosotros mismos en la hermandad delicada, para que las cosas no sean mercancías, y se abra como una flor toda la nobleza del hombre: iremos todos hasta nuestro extremo límite, nos perderemos en la hora del don con la sonrisa anónima y segura de una simiente en la noche de la tierra.
A los 14 años iba por los hospitales a tocar guitarra para los niñitos, me metí en un instituto de Maracaibo para niños con síndrome de Down. A las 4:30 de la tarde llegaba con mi guitarra y me pasaba horas cantándoles. Por ese lado Dios me fue encaminando hacia la sensibilidad por el prójimo.
La única manera de lidiar con este mundo sin libertad es volverte tan absolutamente libre que tu mera existencia sea un acto de rebelión.
Era difícil ser capaz de manejar el hecho de que toda esa gente pensaba que uno era algo maravilloso. Era difícil lidiar con el ego. Yo sentía una especie de nada.
No tratamos de echar una mano al capitalismo imperialista decadente, sino de acelerar su liquidación:...
Para echar abajo a un león basta herirlo con una bala o con un dardo; pero una vez que un reptil se ha enredado a la punta de una roca o al tronco de un árbol, hay que arrancarlo a pedazos. En la política es lo mismo; los ministros orgullosos caen al primer tiro; culebras se pegan mucho
Pero tampoco los mismos reyes advertían suficientemente qué precedente introducían en contra de sí mismos: que en lo sucesivo estuviera permitido a un sacerdote romano deponer de su trono a aquel príncipe que hubiera incurrido en su odio.
Aquí ya no cabe nadie más. Hay que expulsar a los musulmanes. ¡No queremos musulmanes, ni en Cataluña, ni en España, ni en Europa, ni en Occidente! ¡Viva España cristiana!
Devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas. La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: sólo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso.
El baile nos puso de buen humor, y éste creció más cuando llegó la banda de música de Gimmerton, con sus quince músicos, entre los que había un trompeta, un trombón, clarinetes, flautas, oboes y un contrabajo, fuera de los cantantes. La banda suele recorrer en Navidad las casas ricas pidiendo aguinaldos, y su llegada es siempre acogida con alegría.
No hay distancia que no se pueda recorrer ni meta que no se pueda alcanzar.
No quiero verme prepotente ni mucho menos, pero hay que poner un alto, por que hablan mucho de mí, y mucha gente se lo cree. Yo ya tengo mi fortuna, ya tengo mis casas, ya he viajado en aviones privados, antes de viajar con Tommy, he conocido a presidentes de varios países del mundo, me han recibido en palacios, antes de estar con Tommy...
Contempló por un momento las luces múltiples de los barcos y su irrefrenable anhelo de viajar le estalló en el pecho como un profundo suspiro: - ¡Dios mío! ¡Qué magnífico estar en alguno de esos barcos, cruzar los mares, descubrir otras playas, ver otros mundos...!
Que queriendo como bien te quise yo, quien se viene hoy a marchar pero cierto es que decir ya no te amo prolongo una despedida que elegiste tiempo atrás.
Aunque pensamos que la guía fundamental deben ser los principios del socialismo científico, estamos dispuestos a marchar juntos con personas de las más diversas creencias interesadas en el derrocamiento de la tiranía y en la liberación de nuestro país
Me suele avergonzar que no esté siendo por mí vuestra belleza puesta en rima, pues que a ninguna más tuve en estima desde que os vi por vez primera entiendo.
Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias.
Jubilosos de abochornar el peligro a bofetadas de coraje, hubiéramos querido secundarlo con la claridad de una fanfarria y la estrepitosa alegría de un pandero, despertar a los hombres, para demostrar qué regocijo nos engrandece las almas cuando quebrantamos la ley y entramos sonriendo en el pecado.
Crear visiones de lugares venideros y saber que siempre serán lejanos, inalcanzables como todo ideal. huir lo viejo. Mirar el filo que corta un agua espumosa y pesada. Arrancarse de lo conocido. Beber lo que viene. Tener alma de proa.
¿Qué es la razón? Es la facultad que me ha dado la naturaleza para aceptar un objeto y huir de otro en función del placer o del dolor que de ellos puedo recibir.
Sólo el amor nos permite escapar y transformar la esclavitud en libertad.
Aunque sea demasiado obvio como para escapar a la observación de que las distintas ideas están conectadas entre sí, no he encontrado un solo filósofo que haya intentado enumerar o clasificar todos los principios de asociación, tema, sin embargo, que parece digno de despertar la curiosidad.
Tengo miedo de mirar mi dolor. No vaya a ser que me quede demasiado grande. Prefiero calzar mi deber como una valentía de espuelas e hincando mi pereza, que quisiera morir cobardemente, andar con frente firme ante la pampa yerma del dolor de los otros. Sólo así quiero merecer.
¿Quién los ve andar por la ciudad si todos están ciegos?
Quizás ver al presente en colores más oscuros de lo que tiene realmente es un deber; porque de ésta visión puede brotar una lucha con más determinación para mejorar las cosas.
Haremos brotar la vida, desde esta muerte que nos sirven en la mesa, en sus hospitales, escuelas, universidades; nuestro cielo está estrellado y todas están de pie listos para rendir el examen de la historia.
El pensamiento de la muerte me persigue con una obstinación singular. A cada gesto que hago, calculo: ¿cuántas veces ya? Me pregunto: ¿cuántas veces todavía? Y siento, lleno de desesperación, precipitarse la revolución del año
La televisión en nuestros días, centro de las creencias y las idolatrías inexplicables, ni es creyente ni deja de serlo, es el precipitarse de imágenes que se disuelven en la indiferenciación, es la rutina que de pronto adquiere visos de zarza ardiente.
Quiero estar en tu sueño. Ser tu sueño. Penetrar más allá de lo que advierte la mirada sutil. Como beleño recorrer, galopar tu sangre inerte.
¡Míralo galopar al fondo de los bosques!... ¡Qué importa, hermoso demonio! A tu merced me encuentro... ¡Tómame sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos, bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro, camino exasperando mi fiebre y mi deseo, con el puñal del frío en pleno rostro.
¿Resignarse entonces a la idea de ser un reloj que mide el transcurso del tiempo, ya descompuesto, ya reparado, y cuyo mecanismo tan pronto como el constructor lo pone en marcha, engendra desesperación y amor?
Tal vez sufra innumerables desilusiones en el transcurso de mi vida, pero haré que ellas pierdan la importancia delante de los gestos de amor que encuentre