Un filósofo es un tipo que sube a una cumbre en busca del sol; encuentra niebla, desciende y explica el magnífico espectáculo que ha visto.
Tú reina entre mil reyes, cumbre de mis valles, me levitas y así evitas que tanto odio me ametralle tú, si eres Hip-Hop muestras denuncia y carisma, pero te vistes de clásica y sigues siendo la misma.
El puente es más alto de lo que me imaginaba. ¡Nunca he estado en un lugar tan alto! Pensarlo me aturde. Toco mi calzado roto. ¿Puede una mujer curarse un pie en un puente público? No lo sé. El tráfico fluye rápido y continuo, como agua rugiente.
Cuanto más alto estemos situados, más humildes debemos ser.
El verdadero auge de la economía socialista en Rusia no será posible más que después de la victoria del proletariado en los países más importantes de Europa.
No usemos la lengua para la guerra, y menos para la guerra de las lenguas, sino para la paz, y sobre todo para la paz entre las lenguas. De la defensa de la lengua, de todas las lenguas, sale su fortaleza, y en su cultivo literario y siempre progresivo se fundamenta su auge y su elástica y elegante vigencia.
La mayor valía de la vida y el pináculo de la fortuna de un hombre es haber nacido con vocación hacia un estado cuyo logro colme su dicha
La ley jamás hizo a los hombres un ápice más justos; y, en razón de su respeto por ella, incluso los mejor dispuestos se convierten a diario en agentes de la injusticia
La razón por la que francamente pienso que es una pérdida de tiempo involucrarse con juicios de valor moral acerca de la violencia de las personas, es porque no avanza ni un ápice nuestro conocimiento, ni de las causas, ni de la prevención del comportamiento violento
Sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de la adrenalina al tope que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible.
Jugué a tope cada partido de mi vida hasta vaciarme
Al principio vienen necesariamente a la mente la fantasía y la fábula. Desfilan después lo cálculos matemáticos, y sólo al final la realización corona el pensamiento.
En la epopeya hay que mostrar, hasta en los rasgos del personaje, el destino que le aguarda, como se prevé el sacrificio hasta en el arreglo de las flores que servirán de corona a las víctimas.