El nihilista, no estimándose a sí mismo, sintiéndose incapaz, busca compensación aniquilando los valores del mundo.
Vivir en otros es, en el sentido más veraz de la palabra, vida (...) Prolongar nuestra vida indefinidamente en el pasado y el futuro, para hacerla más perfecta en el presente, es abundante compensación para las ilusiones de nuestra juventud que se han ido ya para siempre.
En ausencia de una responsabilidad rigurosa, florece la incompetencia. Se fomenta y se recompensa la falta de honradez.
Fe es creer en lo que no se ve; y la recompensa es ver lo que uno cree.