El general pertenecía a esa clase de personas que, aunque hacían de él lo que querían (por supuesto sin que él lo advirtiera), si se le metía una idea en la cabeza, en ella se quedaba como un clavo, sin que existiera ninguna posibilidad de sacársela.
El erotismo (...) es un método de disciplina interior que pretende sobreponer la conciencia a la posibilidad ineluctable de la muerte mediante su imitación.
Los azares de la vida son tales, que toda eventualidad se hace posible
Cada pueblo tiene la ingenua convicción de ser la mejor ocurrencia de Dios
La fe puede ser brevemente definida como la creencia ilógica en la ocurrencia de lo improbable
Estamos listos para cualquier hecho imprevisto que pudiera, o no, ocurrir.
Siempre he concedido gran importancia a la forma en que se diseña y se realiza un experimento... El experimento debería diseñarse para abrir tantas ventanas como sea posible a lo imprevisto
Hay en el corazón humano ciertas semillas de probidad que el bien público las desarrolla, el amor a la patria las fertiliza, y las hace fructificar la ocasión de coyuntura de mirar por su adelantamiento y felicidad.
En atención a que no tengo gran memoria, circunstancia que no deja de contribuir a esta especie de felicidad que dentro de mí mismo me he formado...
En un día dado, una circunstancia dada, piensas que tienes un límite. Y entonces vas por este límite y tocas este límite, y piensas, 'Bueno, este es el límite'. En cuanto tocas este límite, algo pasa y de repente puedes ir un poco más allá. Con el poder de tu mente, tu determinación, tu instinto, y la experiencia también, puedes volar muy alto.
Cásate: si por casualidad das con una buena mujer, serás feliz; si no, te volverás filósofo, lo que siempre es útil para el hombre.
La casualidad se puso el disfraz de una mariposa, que al vuelo se entregó soltando su efecto... nos acarició
Los demás siempre nos parecen más felices que nosotros, y sin embargo lo extraño es que el hombre que cambiaría con gusto su posición no consentiría casi nunca en cambiar su persona. acaso quisiera rejuvenecer un poco, pero no demasiado todavía, y andar bien si es cojo; pero se conservaría el conjunto de su persona, en la que encuentra mil atractivos y no sé qué encanto.
Dirán que pasó de moda la locura, dirán que la gente es mala y no merece, más yo seguiré soñando travesuras. acaso multiplicar panes y peces
La historia es siempre una fantasía sin base científica, y cuando se pretende levantar un tinglado invulnerable y colocar sobre él una consecuencia, se corre el peligro de que un dato cambie y se venga a bajo toda la armazón histórica.
Cada rival es un peligro latente. Cada combate es una nueva embestida que la vida nos depara. Cada triunfo es un paso más hacia lo que uno se ha propuesto. En definitiva, el boxeo y los boxeadores no son nada fáciles
Considero que para hacer algo en el mundo se ha de sentir amor al riesgo y a la aventura y, sobre todo, saber prescindir de eso que el pueblo y las familias burguesas llaman porvenir.
Si nace el amor entre dos personas que ya se han descubierto a sí mismas, ¡qué maravillosa aventura se inicia, con huracanes y todo!
Alzaos hacia la claridad sagrada, convenceos de que el trabajo es lo único fecundo, de que contra él son impotentes el destino, el azar y hasta los dioses, si dioses hay. Convenceos de que la paz es más heroica que la guerra. Preparémonos a vivir y a morir sin miedo.
Todo lo que existe en el universo es fruto del azar y de la necesidad.
Aristóteles ha realizado un análisis del tiempo muy meticuloso, pero ha dejado sin responder la pregunta fundamental. En su Física sostiene que el tiempo se mide por el movimiento desde una perspectiva de un antes y un después. Pero lo que dejó sin responder es cuáles esa perspectiva, ¿La del alma humana o la de la naturaleza misma?
Gran parte de las dificultades y oscuridades que el Zen presenta al estudioso occidental resultan de su ignorancia de las formas del pensamiento chino, que difieren notablemente de las nuestras y que por esa misma razón tienen para nosotros un valor especial para lograr una perspectiva crítica de nuestras propias ideas.
Era imponderable el desorden y desunión de aquel ejército, en todo el cual no había alguno que mandase, ni atendiese al bien común.
Lo primero que hay que hacer para conducir es tener la masa, ya que para hacer guiso de liebre lo primero que hay que tener es la liebre. Primero hay que formar el contingente que se va a conducir, porque con el conductor solo no se conduce nada. La conducción es posible cuando existe el objeto que se ha de conducir.