En la sociedad hay dos clases de personas, los médicos y los cocineros; unos trabajan sin descanso para conservar nuestra salud y los otros para destruirla, con la diferencia de que los últimos están más convencidos de lo que hacen que los primeros.
La muerte nos es más que el descanso efímero después una ardua tarea. Si quieres morir bien aprende vivir bien. Cuando tú buscas la muerte, la muerte huye.
Me es posible mezclar mi aliento al suyo, embriagarme en la contemplación de sus facciones sin que me considere sospechosa de impureza y engaño. Teme que mi seducción le haga violar sus votos. ¡Qué injusto es! Si quisiera excitar su deseo, ¿Le ocultaría con tanto cuidado mis facciones? Esas facciones de las cuales a diario le oigo decir...Se interrumpió y se sumió en sus reflexiones.
Y vuelvo a estar más loco que de atar, dibujo corazones después de echar mi aliento en los cristales de tu voz y vuelvo a respirar tu aire y mis pulmones se llenan de la vida que me quitas al andar
La política es el arte de vender simultáneamente el gozo de la estabilidad y la paranoia ante el caos.
Y a mi pecho volvieras la calma que otro tiempo gozó placentero, y hoy le niega el destino severo insensible a las penas del alma.
Yo estoy contento conmigo mismo. Pregunten a las personas del Manchester y díganles cómo me he entrenado estos años allí
Es feliz, por tanto, el que tiene un juicio recto; es feliz el que está contento con las circunstancias presentes, sean las que quieran, y es amigo de lo que tiene; es feliz aquel para quien la razón es quien da valor a todas las cosas de su vida
El capital debe estar al servicio de la economía nacional y tener como principal objeto el bienestar social.
Queremos que en todo país la gente disfrute de prosperidad, bienestar y felicidad. Alcanzaremos esa meta si adelantamos hacia un mundo que esté libre de las armas nucleares y de la violencia.
Yo tengo que jugar un papel en la dirección —obviamente— por un tiempo, no sé por cuánto tiempo. Uno trata de dar, de desprenderse de casi todo y entregarse de lleno al pueblo. Entonces, ¿cuál es mi bálsamo? Mi bálsamo es el pueblo. Me voy a las calles y se me quita cualquier mal, y me tiro en brazos del pueblo.
La bondad es lo que importa, pues es el bálsamo que pone un poco de suavidad en cualquier amarga llaga
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación
Se dejó arrastrar por los impulsos que retuercen al hombre que se siente por primera vez a las puertas de la cárcel, impulsos ciegos que conducen a un desdichado a jugarse la vida en un naipe o en una mujer. Quizá buscando en el naipe y en la hembra una consolación brutal y triste, quizá buscando en todo lo más vil y hundido cierta certidumbre de pureza que lo salvará definitivamente.
Una alondra se vuela respiro la niebla, ¡Yo camino sobre nubes!
Todo sucede muy deprisa. De pronto estoy cayéndome, y en cuestión de segundos estoy entre sus brazos y me aprieta fuerte contra su pecho. respiro su aroma limpio y saludable. Huele a ropa recién lavada y a gel caro. Es embriagador. Inhalo profundamente.
Proponemos la elevación del tipo de vida del obrero, hasta procurarle no sólo el pan, sino el hogar limpio, el solaz justo y los lugares de esparcimiento que necesita una vida humana
El cristianismo... Imparte a los hombres una doble vida y ofrece los goces imaginarios del cielo como un solaz para las miserias reales de esta vida
No hay desierto como el vivir sin amigos; la amistad multiplica los bienes y reparte los males, es el único remedio contra la adversa fortuna, y un desahogo del alma.
Los hombres que tienen una tormentosa vida interior y que no buscan desahogo en sus palabras o en sus escritos, son simplemente hombres que no tienen una tormentosa vida interior.