Hay un viejo chiste, Dos mujeres de edad en un hotel de alta montaña comenta una a la otra, ¡Vaya, aquí la comida es realmente terrible!, y contesta la otra: ¡Y además las raciones son tan pequeñas!. Pues básicamente así es como me parece la vida, llena de soledad, histeria, sufrimiento, tristeza y sin embargo se acaba demasiado deprisa.
Unos tienen comida y no tienen apetito; otros tienen apetito y no tienen comida. Yo tengo ambas cosas. Loado sea el Señor.
Te he dado relaciones, buenos amigos y un compadre como hay pocos. Has viajado por el mundo, te he conseguido buenos puestos, te he dado importancia a través de tus chistes y aventuras. Tienes el cariño de grandes y chicos. En fin, eres todo un personaje.
Es como quemar una pintura del Renacimiento para cocinar una comida
Estamos en Singapur y hemos hecho un poco de turismo. ¡Ahora toca pedir comida al servicio de habitaciones y ver un maratón de Friends! Hemos acabado en medio de una manifestación y solo hay una cosa que se puede hacer en estas ocasiones: ¡una foto de turista con el pulgar levantado!
Te he dado relaciones, buenos amigos y un compadre como hay pocos. Has viajado por el mundo, te he conseguido buenos puestos, te he dado importancia a través de tus chistes y aventuras. Tienes el cariño de grandes y chicos. En fin, eres todo un personaje.