El prodigioso mundo de la cultura mora de España, que en el fondo es más afín a nosotros que Roma y que Grecia, que habla a nuestro sentido y a nuestro gusto con más fuerza que aquéllas, fue pisoteado...
Concentrar las unidades del Ejército Rojo para golpear, en el momento oportuno, al enemigo que las enfrentara, y oponerse a la división de las fuerzas afin de evitar que fuesen derrotadas por partes.
Exponiendo mis ideas a medida que redacto, esta carta tiene (como advierto al releerla) un tono pasional; es lo único posible. ¿Antiimperialistas sin pasión? semejante cosa no existe. (...) Si se comprende el problema, entonces se lo siente, se desea combatir y el alma se llena de furia, de odio.
La verdad es que el heresiarca era semejante a todos los hombres, pus todos son a la vez pecadores y santos, cuando no son criminales y mártires.