Este hombre objeto, sin medios de existencia, sin razón de ser, es quebrantado en lo más íntimo de su sustancia. El deseo de vivir, de continuar, se hace más y más indeciso, más y más fantasmal. En este estado de cosas aparece el famoso complejo de culpabilidad.
Si has sido alguna vez pobre de verdad, seguirás siéndolo en lo íntimo de tu corazón durante el resto de tu vida.
Ser miembro pleno de la especie humana no puede reducirse a ser sólo un consumidor, sino que consiste en ser depositario del tesoro de preguntas y respuestas acumulado progresivamente por quienes nos precedieron.
Me pregunto cómo es posible que persistamos en mantener tal abuso: en habilitar al tiempo como depositario de nuestra esperanza cuando es él – y solamente él – quien se encarga de defraudarla.
Crearnos en cada una de muestras actuaciones en la vida un amigo: no un enemigo. No es difícil tratar como es debido a los iguales. Pero no basta; también ante los superiores y los inferiores hemos de intentar ganar un amigo cuando tengamos ocasión
No busques al amigo para matar las horas, búscale con horas para vivir.