Las palabras que no satisfagan al oyente, le causan fastidio y disgusto; ello se manifiesta generalmente por copiosos bostezos. Cuando hables, pues, a hombres cuya benevolencia quieres captarte, si observas en ella tales muestras de aburrimiento, abrevia tu discurso o cambia de terna; si no lo haces, recogerás en vez de la benevolencia que deseas, odio y enemistad.
Encontramos a menudo una benevolencia inexplicable que nos ofende, porque demuestra que no se nos toma bastante en serio.
La solución puede alcanzarse por medio de la adoración de animales, del sacrificio humano o las conquistas militares, por la complacencia en la lujuria, el renunciamiento ascético, el trabajo obsesivo, la creación artística, el amor a Dios y el amor al Hombre.
La complacencia es enemiga del estudio. Si realmente queremos aprender algo, debemos comenzar por deshacernos de la complacencia. Nuestra actitud hacia nosotros mismos debe ser aprender sin sentirnos jamás satisfechos, y hacia los demás, no cansarnos de enseñar.
Lo que el escritor pide al lector no es tanto su beneplácito como su atención.
Hay un límite donde la tolerancia deja de ser virtud.
La tolerancia es una virtud difícil; nuestro primer impulso, y aun el segundo, es odiar a todos los que no piensan como nosotros.
Hay pruebas más que suficientes de su connivencia con los asesinos. Usted y su Gobierno, como interlocutores del mal llamado proceso de paz, no ponen a disposición judicial y policial los datos e informaciones que permitan la detención de los terroristas con los que se han sentado a hablar, como Josu Ternera
Hay pruebas más que suficientes de su connivencia con los asesinos
Si fuera a dispararle a un mimo usaría un silenciador.
Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.
No necesitamos aprender a respirar. No necesitamos recordarle a nuestros corazones que deben latir. Tampoco necesitamos aprender a escuchar buenos cuentos y mucho menos a contarlos nosotros mismos. El cuento es una forma de comprensión característica de los seres humanos y, como tal, prevalece por sobre toda diferencia cultural.
El conocimiento de la belleza es el verdadero camino y el primer peldaño para la comprensión de las cosas que son buenas.
La finalidad de Hitler era en primer lugar mover a las masas y, luego, una vez apartadas las masas de sus fidelidades y su moral tradicionales, imponerles (con el hipnotizado consentimiento de la mayoría) un nuevo orden autoritario de propia creación personal.
La felicidad consiste en llenar las horas; en llenar las horas y no dejar un resquicio para que penetre el arrepentimiento o el consentimiento
Si no supiera que enamorado, poeta y músico son tres títulos de indulgencia para todas las locuras...
El exceso de severidad produce odio, como el exceso de indulgencia debilita la autoridad