Por consiguente, también a las mujeres habrá que introducirlas en ambas artes, e igualmente en lo relativo a la guerra; y será preciso tratarlas de la misma manera.
...atribuyendo a la divinidad, como es demasiado común, las pasiones y flaquezas humanas, se la representa celosa y vengativa, caprichosa e injusta, como una persona perversa y tonta en todo sentido, excepto en lo relativo a su poder y autoridad superiores.