He logrado que los alumnos y los profesores estén contentos en canutillo: a los chamacos, proporcionándoles todo lo necesario para que se instruyan; a los maestros, respetándolos como yo los respeto y pagándoles con puntualidad.
Al escritor le cumple abrir los ojos de las muchedumbres y aleccionarlas para que no las coja desprevenidas el gran movimiento de liquidación social que se inicia hoy en las naciones más civilizadas.