La diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto de los españoles y evitar el cruzamiento de las dos razas. Si nuestros invasores aprendieran el eusquera, tendríamos que abandonar éste, archivándolo cuidadosamente su gramática y su diccionario, y dedicándonos a hablar el ruso, el noruego o cualquier otro idioma desconocido para ellos.
La diferencia del lenguaje es el gran medio de preservarnos del contacto de los españoles y evitar el cruzamiento de las dos razas. Si nuestros invasores aprendieran el euskera, tendríamos que abandonar éste, archivando cuidadosamente su gramática y su diccionario, y dedicándonos a hablar el ruso, el noruego o cualquier otro idioma desconocido para ellos.
Si sois prudentes observaréis atentamente a los hombres para que no os oculten lo que piensan.
Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero.
Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad, especialmente cuando tengo que decir algo sobre mí mismo o sobre mi trabajo. (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí (...) puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero.
He cuidado atentamente de no burlarme de las acciones humanas, no deplorarlas, ni detestarlas, sino entenderlas.
Con un brazo me mantiene sujeta, pegada a él, y con los dedos de la otra mano me recorre suavemente la cara para asegurarse de que no me he hecho daño. Su pulgar me roza el labio inferior y contiene la respiración. Me mira fijamente a los ojos, y por un momento, o quizá durante una eternidad, le sostengo la mirada inquieta y ardiente, pero al final centro la atención en su bonita boca.
No tengas miedo al mirar fijamente a la muerte a los ojos; teme porque ella también te mira al mismo tiempo