Pero nosotros tenemos que pecar y por consecuencia que morir, y morir con eterna muerte. ¿Cómo llamar a esta doctrina? «Che será, será». ¿Lo que ha de ser ha de ser? ¡Adiós teología!
Como os explicaba, vuestro escrúpulo es fácil de destruir. Aquí estáis segura de un pleno secreto y el mal no consiste nunca sino en el escándalo que promueve. Sí; el escándalo del mundo es lo que produce la ofensa, y no es pecar, pecar a calladas.