Nosotros no necesitamos para defendernos esas armas de destrucción masiva, lo que hemos modernizado son las tácticas, el papel del hombre, del combatiente individual, de los combatientes coordinados, de qué forma, con qué tácticas, con qué armas neutraliza lo más poderoso que pueda tener un adversario.
El genocidio -la destrucción de un pueblo entero por sus orígenes étnicos o nacionales- se ha convertido en una palabra de nuestra época, una realidad horrenda que exige una respuesta histórica.
Los niños eran las primeras víctimas de la inmoralidad que conllevaba el desplome de las grandes civilizaciones y el derrumbe de las memorias.
El desplome de la Unión Soviética ha obligado a replantear todas las ideas que se organizaban bajo el rótulo de Marxismo como práctica. Hoy las tendencias no están muy definidas, sin embargo, muchas ideas de Marx siguen todavía teniendo una vigencia indiscutible.
Las cosas son fáciles, rebuscamos demasiado. Hablar tanto es negativo... Hay que poner diariamente la organización boca abajo. Y hay que inventarse de vez en cuando una suspensión de pagos. El éxito nunca está garantizado
El amor es una suspensión del juicio crítico hacia el otro.
La obsesión por el agotamiento de las reservas y por la detención de los motores, la idea de una decadencia no reversible, traduce ciertamente esta angustia propia del hombre moderno.
El presente, y esto no significa el instante puntual que meramente designa en nuestro pensamiento el término del tiempo transcurrido, la sola apariencia de una detención en este fluir, sino el instante realmente presente y pleno, sólo existe si hay presencia, encuentro y relación. La presencia nace cuando el Tú se torna presente.
Debo prepararme para cualquier actividad pensando: Mi cuerpo y mi mente han de conservar la serenidad, y de vez en cuando he de analizar con detenimiento lo que estoy haciendo.
¿Preguntas qué es la libertad? No ser esclavo de nada, de ninguna necesidad, de ningún accidente y conservar la fortuna al alcance de la man
Mi (piloto) favorito es (el brasileño) Ayrton Senna (fallecido precisamente en Bolonia, tras un accidente en el Gran Premio de Imola en 1994). Fernando Alonso, al que conozco desde mis tiempos en Renault, es el mejor de todos los que están en activo