Cuando uno tiene que cotejar sus opiniones con un abanico tan grande de gente que evalúa sobre lo que uno hace, tiene que tomar un parámetro. El parámetro no es a partir de la coincidencia, sino a partir de las divergencias. Las coincidencias uno no las explica, no las profundiza, no las recorre. Las divergencias sí.
Hay que comparar cuidadosamente el ejército opositor con el propio para saber dónde la fuerza es superabundante y dónde deficiente.
La alegría es una emoción intensa y profunda, un sentimiento exaltante de plenitud experimentado por toda la conciencia; se puede comparar con la embriaguez, con el arrebato, con el éxtasis.