Hoy en día todos los grandes hombres tienen discípulos, y siempre hay un judas que se encarga de escribir la biografía.
Sin embargo, los personajes bíblicos no son sólo históricos: también son imágenes interiores y universales del hombre. judas es un personaje histórico, pero también es el arquetipo del traidor y del hombre decepcionado. También existe en judas otro aspecto del arquetipo: el del suicida.