En Líbano son pocas las mujeres que llevan el pelo corto; seguramente solo una de cada cincuenta lo lleva por encima de los hombros. Supongo que tendrá que ver con la percepción de la feminidad. No queremos parecer diferentes. Hoy yo llevo el pelo recogido en un moño alto, como casi siempre. Rara vez lo llevo suelto, y sin embargo no me planteo cortármelo.
Una de las obsesiones de los dibujantes era lograr la síntesis. Tener un mono que sea dos puntos y una nariz y que el lector diga, esta es una persona.
Recuerdo perfectamente el instante en que me quedé dormido. Como si un simio gigante gris entrara de repente en la habitación con un martillo en las manos y me golpeara con todas sus fuerzas en la parte posterior de la cabeza.
Si necesitan un techo pintado, una carrera de carruajes, una ciudad sitiada, un simio depilado o el Mar Rojo separad, piensan en mi.
Esa marometa que da el chiquillo en el aire expresa en un solo acto toda la alegría y la magnificencia de vivir.
Avanzando constantemente, adelantándose a todo, logrando nuevas conquistas en las ciencias naturales y expandiendo vertiginosamente su cultura materialista, el hombre ha crecido divorciado de la naturaleza y ha terminado edificando una civilización a su medida, como chiquillo caprichoso revelándose contra su madre.