Me satisface la derrota, porque ha ocurrido, porque está innumerablemente unida a todos los hechos que son, que fueron, que serán, porque censurar o deplorar un solo hecho real, es blasfemar del universo.
De nada le sirve al hombre lamentarse de los tiempos en que vive, pero siempre le es posible mejorarlos.
Todo hombre quiere llegar a viejo, es decir, a una época de la vida en que pueda lamentarse de las cosas que pasan y anunciar calamidades todavía mayores para el mañana.
Madurar es poder sonreír frente a esa persona que te hizo llorar
Aunque le importaban los sentimientos de su madre, Hiyoshi insistía. Recordaba cuánto había deseado aquella espada vieja y mellada a los seis años, y cómo había hecho llorar a su madre. Ahora ésta se resignaba a la idea de que, al crecer, su hijo se convirtiera en aquello que ella había rezado para que no fuese: un samurái.