En menos de media hora pasaron otras veinte personas, y a todas les pidió limosna Pinocho; pero respondieron: ¿No te da vergüenza? ¡En vez de hacer el vago por el camino, valía más que buscaras algún trabajo para ganarte el pan!
Las mujeres aman, frecuentemente, a quien lo merece menos; y es que las mujeres prefieren hacer limosna a dar premios.
Todo dominio injusto, toda violencia, todo acto de egoísmo ejercido en daño de un pueblo, es violación de la libertad, de la igualdad y de la fraternidad de los pueblos. Todos los pueblos deben prestarse ayuda para que desaparezca.
No hay que confundir nunca el conocimiento con la sabiduría. El primero nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir.
De por sí toda obra de arte busca la identidad consigo misma, esa identidad que en la realidad empírica, al ser el producto violento de una identificación impuesta por el sujeto, no se llega a conseguir. La identidad estética viene en auxilio de lo no idéntico, de lo oprimido en la realidad por nuestra presión identificadora.
El hombre no consigue penetrar con la mirada las tinieblas de lo futuro sino con el auxilio de la fe
¡Legionarios!: de Melilla nos llaman en su socorro. Ha llegado la hora de los legionarios. La situación allá es grave, quizás en esta empresa tengamos todos que morir. ¡Legionarios!: si hay alguno que no quiera venir con nosotros que salga de filas, que se marche, queda licenciado ahora mismo... ¡Legionarios! Ahora jurad: ¿Jurais todos morir, si es preciso en socorro de Melilla?
Tolerar al extraviado, sufrirlo, prestarle socorro si llega el caso, pero no transigir ni con el error ni con la mentira.
El mal existe pero, las fuerzas del amor, la compasión y la bondad son poderosas.
Hasta la petición de mano todos los días nos vimos a la misma hora en el edificio compasión y nos amamos intensamente. De la misma forma que nunca hablábamos de nuestra situación, del hecho de que yo fuera a comprometerme, ni tampoco de qué pasaría con nosotros después, nos manteníamos alejados de cualquier cosa que pudiera recordárnoslo.
No tenía motivos para quejarse, sino para dar gracias a Dios, que con sus palabras tranquilizaba su corazón y con su misericordia dirigía el camino de su vida.
¡La misericordia se otorga, no se gana! Se concede a los mendigos: ¡no la compra la virtud!
La conmiseración con los animales está íntimamente ligada con la bondad de carácter, de tal suerte que se puede afirmar seguro que quien es cruel con los animales, no puede ser buena persona. Una compasión por todos los seres vivos es la prueba más firme y segura de la conducta moral.
Aunque la conmiseración no puede alterar los hechos, sí puede contribuir a hacerlos más soportables.
Yo quería probar que los seres humanos son capaces de algo más grande que la guerra, el prejuicio y el odio. Quería lograr que la ciencia considerara todos los problemas que los no científicos han manejado: la religión, la poesía, los valores, la filosofía, el arte. Seguí con ellos intentando comprender a la gente grande, a los mejores especímenes de la humanidad que pudiera encontrar.
Nuestro comunismo no es el del falansterio, ni el de los teóricos autoritarios alemanes. Es el comunismo anarquista, sin gobierno, el del hombre libre. La síntesis de los dos fines perseguidos por la humanidad a través de la historia: libertad económica y libertad política
Os invito a pedir a Dios que os ayude a descubrir vuestra vocación en la sociedad y en la Iglesia y a perseverar en ella con alegría y fidelidad. Vale la pena acoger en nuestro interior la llamada de Cristo y seguir con valentía y generosidad el camino que él nos proponga
La virtud y la generosidad son recompensadas de un modo inescrutable.
Un Avemaría dicha de todo corazón y con desprendimiento tiene más fuerza y bondad que mil salterios dichos de cara a la exterior.
Esta obra debe interpretarse con un gran desprendimiento hacia el presente.
Sé cómo te sientes porque a tu estado puedo experimentarlo pero tú no sabes cómo se experimenta lo que digo. Por consiguiente, si te hablo con desinterés de aquello que hace feliz y libre al ser humano, vale la pena que intentes comprender.
Sólo el motivo constituye el mérito de las acciones; y el desinterés les da la perfeccion.
La liberalidad no consiste en lo que se da, sino en el afecto con que se da
La liberalidad se devora a sí misma, pues a fuerza de ejercerse se agota.
Las empresas no son instituciones de beneficencia que contratan trabajadores para realizar actos caritativos.
Si el Estado moderno se encarga cada vez más de repartir beneficencia y previsión a todos lados, a beneficio primero de unos, luego de otros, tiene que degenerar en una institución que estimula la desintegración moral y prepara su propia condena final.