La voz del intelecto es callada, pero no ceja hasta conquistar una audiencia y, en última instancia, después de interminables repudios consigue su objetivo. Es éste uno de los pocos aspectos en los que cabe cierto optimismo sobre el futuro de la humanidad.
Con constancia se puede adquirir confianza en la propia capacidad para hacer cosas por sí mismo, y éste es uno de los aspectos que producen más satisfacciones en esta vida.