No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus
Como decimos en Portugal, ellos trajeron un autobús y lo dejaron frente a su portería.
Yo sufrí dos accidentes graves en mi vida, uno en el que un autobus me tumbó al suelo... el otro accidente, ¡es Diego!
Yo se que a mucha gente por ahí esto no le gusta... En el campo hay que juntar a todos los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles claramente a quién hay que votar (Alfredo De Angeli, 17 de junio de 2009).
El hombre que manejaba la camioneta pensó que las partidas no se anuncian. Y apretó el acelerador.