SOPAS, no hay nadie..pero timbraron ¿sera el doctor Galan que vino a jalarle las patas a toda la clientela del edificio?
Llorando la ausencia del galán traidor la halla la luna y la deja el sol, añadiendo siempre pasión a pasión, memoria a memoria, dolor a dolor.
Me apetecería mucho ver el palacio subterráneo, lleno de objetos interesantes para gente de nuestra condición; nada me complace más que las cavernas; tengo un gusto decidido por los cadáveres y las momias, y apuesto a que encontrarás la quintaesencia de este género.
Pero lo que me ha tornado irritable es la duda: ¿Lo quiero o no lo quiero? Últimamente ha surgido un nuevo personaje en discordia: un joven estanciero de origen inglés, menos apuesto que él pero de trato agradable, se ha valido de su amistad con papá para introducirse en casa y dirigirme palabras galantes. Y he aquí la disyuntiva...