Toda la bienaventuranza de la vida germina en dos corazones donde reina el amor
Que extraña paradoja se plantea, la paradoja metafísica por excelencia: el universo no es lo que vemos, ni somos lo que creemos que somos; el verdadero universo es una corriente de Existencia, Conciencia y bienaventuranza indiferenciada, cuya esencia primaria es la identidad de todo lo existente