Pero, ¿Qué importancia puede tener esto para el creador, si cuando una piedra cae del cielo, lo mismo aplasta sobre la tierra a un grano de maíz que a un hombre que es todo razón de ser?
Sola yo, amor, y vos quién sabe dónde; tu recuerdo me mece como al maíz el viento y te traigo en el tiempo, recorro los caminos, me río a carcajadas y somos los dos juntos otra vez, junto al agua.
La más trivial de tus acciones es pasto para mí, como la miga es la felicidad de los gorriones.
Mi martillo y yo somos uno. Sólo sé clavar clavos en la miga de pan. Pero cuando clavo clavos en la miga de pan clavo tan bien que mis amigos lo olvidan todo y se sienten literalmente transportados transfigurados en azur puro.