Al cristianismo no se le debe adornar ni engalanar: él ha hecho una guerra a muerte a ese tipo superior de hombre, él ha extraído de esos instintos, por destilación, el mal, el hombre malvado — el hombre fuerte considerado como hombre típicamente reprobable, como hombre réprobo.
Te puedes adornar con las plumas de otro, pero no puedes volar con ellas.
La moda no sólo estaba hecha para embellecer a las mujeres, sino también para darles seguridad y confianza, y permitirles asumirse.
Si comparáis la Italia del siglo XV con las demás naciones de Europa, la encontraréis mucho más sabia, mucho más rica, mucho más pulida, mucho más capacitada para embellecer la existencia, es decir, para apreciar y producir las obras de arte.
Uno puede dar la vida por cualquier cosa y sentirse un héroe, pero los verdaderos héroes son los que nos ayudan a vivir. labrar la tierra, construir una casa, formar una familia, es una tarea harto más difícil que morir por cualquiera de esas cosas.
No quiero labrar mi felicidad; quiero realizar mi obra.