Está loca por mí. ¡Qué mujer no lo está! Yo sé que va usted a preguntarme cuál es mi secreto... ¡Voto al diablo que sois osado! El secreto es no darles a entender que se las quiere. No ir nunca tras ellas. Que ellas vayan detrás de ti. Hay que avivar el cariño del amor con el abanico de la indiferencia.
El murmullo de las conversaciones agrandábase en gozosa gratitud. ¡Eso era patriotismo, y querer a sus paisanos, y saber granjearse su cariño hasta la muerte!
Los celos son una ceguera que arruina los corazones; quejarse y querellarse no representa signos de afecto sino de locura y malestar.
Elie Wiesel describe cómo le afectó el presenciar la ejecución de un joven en la horca. Los de la SS juntaron a los prisioneros enfrente de la horca. Mientras el muchacho moría lentamente, un prisionero gritó: ¿Dónde está Dios ahora? Dice Wiesel: Y oí una voz dentro de mí contestarle: '¿Dónde está? Aquí está... colgado de esta horca...'
Cuando se ve una cosa bella, se quiere poseerla. Es una inclinación natural que las leyes han previsto.
El mundo no es justo, pero siempre y cuando la inclinación esté en dirección mía, me parece que hay un tope para la indignación justa.
Alguno se estima atrevido, cuando con otros se compara. Algunos creo que hubo tan discretos que no acertaron a compararse sino a sí mismos.
Un hombre noble compara y estima a sí mismo por una idea que es superior a él, y un hombre malo, por uno menor que él. La produce una aspiración, y el otro ambición, que es la forma en la que un hombre vulgar aspira
La gente acaba por dejar marchar a los muertos, por mucho apego que les tenga, cuando nota que su propia supervivencia está en juego y que son un gran lastre.
Mientras sea factible la razón humana, y el hombre sea libre de ejercerla, se formarán distintas opiniones. Mientras siga existiendo un vínculo entre su raciocinio y el amor que siente hacia sí mismo, sus opiniones y pasiones se influirán recíprocamente, y las primeras serán objeto del apego de las segundas.
¿Quién ha tenido jamás valor para decirse la verdad? ¿Quién no se ha adulado a sí mismo cuando los demás le han alabado? Miramos con demasiada afición todo cuanto nos rodea y el favor que nos hacemos impide que nos juzgue¬mos con rectitud.
Me gusta que nuestra afición sea ambiciosa y tenga claro que podemos ganar los títulos para recuperar la hegemonía del fútbol español y europeo
Les he planteado a algunos que gobiernan lo siguiente: una cosa es tener el poder en las manos y otra es incidir. No perdono un gobierno que me diga que no tenemos recursos porque somos pobres. No, tienen el poder en sus manos: o son consecuentes o no tienen voluntad política.
Cualquiera que desee expresar significado con símbolos y palabras, con música, pintura, debe encontrar cierto placer en las tareas imposibles, poseer la voluntad de tolerar una gran frustración, un toque de quijote.
Personalmente, cuando hablo solo con Dios y la Virgen, más que adulto prefiero sentirme niño. La mitra, el solideo, el anillo desaparecen; mando de vacaciones al adulto y también al obispo, para abandonarme a la ternura espontánea que tiene un niño delante de papá y mamá. El rosario, oración simple y fácil, a su vez, me ayuda a ser niño y no me avergüenzo de ello en absoluto
Sacar de un drama la ternura y la risa es lo más hermoso de esta profesión. Y ternura la tenemos todos, ¿eh?, hasta Al Capone
He obrado en todo con la devoción que requería la más bella de las empresas humanas: la salvación de la patria; y por el designio que me animaba, no podía distraer mis actitudes a otras consagraciones.
No obstante, el pan y el vino son productos culturales importantes, realmente expresan la vitalidad del Ser Humano. Representan un conocimiento cultural, que es el fruto de la atención, la paciencia, la industria, la devoción y la laboriosa instrumentación.
El que de buena voluntad recibió algún beneficio, pagó la primera parte de su obligación.
Estoy absolutamente convencido que ninguna riqueza del mundo puede ayudar a que progrese la humanidad. El mundo necesita paz permanente y buena voluntad perdurable.
El era como una esponja. Michael mostraba curiosidad por todo. Era sorprendente en alguien tan joven. aprecio el verlo trabajando.
¿Queréis el aprecio del público? No os canséis de dar variedad a la expresión. Si el estilo es demasiado regular y siempre uniforme, de nada sirve su brillo: nos adormecerá fatalmente.
Dada la inclinación general de los hombres al abuso del poder, todo gobierno es malo y toda autoridad quiere decir tiranía, como toda ley se traduce por la sanción de los abusos inveterados. Al combatir formas de gobierno, autoridades y leyes, al erigirse en disolvente de la fuerza política, el libertario allana el camino de la revolución.
Los que se proponen como objeto supremo de su vida la felicidad personal, es natural que no tengan inclinación hacia el matrimonio.
La luz evidencia junto a la sombra, y ésta elimina dando a la imagen valores de profundidad, de tercera extensión con posibilidades de sustracción... Creo que el empeño y la técnica se pueden alcanzar con la voluntad y el estudio, mientras que la invención y la pasión constituyen una marcha más en cuanto a elementos innatos e inexorablemente especiales.
Hay que repetirlo una y cien veces, camaradas: el tiempo apremia, el tiempo obra contra nosotros. Si este gobierno no es derrumbado rápidamente, a pesar del entusiasmo que demostramos en los actos públicos y de nuestra voluntad antifascista dispersa, el triunfo del fascismo en España será un hecho.
Vivo enraizado con mi país. Pero quizás por mi devoción a San Martín, Bolívar, Sucre y Artigas a veces sufro más como latinoamericano que como argentino, a pesar de estar machimbrado con mi tierra.
El amor es tan fuerte como la muerte, la insistencia en la devoción exclusiva es tan inexorable como el Seol.
-El hada me engañó, -decía - yo creía que mi hijo sería el más listo de todos los príncipes, puesto que yo deseé que triunfara en todo cuanto quisiera emprender. Fue a consultar al hada al respecto, y ésta le dijo: -Señora, deberías haber deseado para tu hijo buena voluntad en lugar de talento; sólo quiere ser malvado y, como ves, lo consigue.
A Barrionuevo no habría que cesarle por estar consintiendo acciones irregulares en el sur de Francia, sino por cosechar tan pocos éxitos, a pesar de la infinita buena voluntad con que ejerce el cargo. ¿Existe alguna fuerza política o social de cierta relevancia dispuesta a reclamar la cabeza de González por esta circunstancia? Desde luego que no. 23 de octubre de 1983