Echábamos hasta cien y más partidas en una tarde, y ello me ayudó a aprender al dedillo los rudimentos de la técnica del juego. La estrategia que empleábamos era aún muy primitiva: ambos contendientes nos arrojábamos inmediatamente con los peones adelante, al asalto de las posiciones enemigas, previo enroque de los reyes en diferentes lados.
El fenómeno, admitido por todos, es éste: Que gran parte de lo que generalmente se recibe como verdad cristiana se halla, en sus rudimentos o en sus partes separadas, en filosofías y religiones paganas.
El orden político descansa fundamentalmente en dos principios contrarios: la Autoridad y la Libertad. El primero inicia; el segundo determina.
Nuestra ciencia de la evolución conquistó su mayor triunfo cuando, a principios del siglo XX, sus más poderosos adversarios, las Iglesias, se reconciliaron con ella, y se esforzaron para que sus dogmas estuvieran en línea.