Has añadido insulto a la injuria.
A los hombres hay que acariciarlos o destruirlos, pues vengarán un insulto leve, pero quedarán indefensos si se les aplica un golpe duro.
No me resigno a que nos arrinconen y nos hagan aparecer como enemigos de los homosexuales, cuando no tenemos ninguna tacha de homofobia en nuestra historia
Sólo la mano que tacha puede escribir lo cierto
El mal de la calumnia es semejante a la mancha de aceite: deja siempre huellas.
Escribir un poema se parece a un orgasmo: mancha la tinta tanto como el semen, empreña también más en ocasiones.