La filosofía marxista sostine que lo importante no es comprender las leyes del mundo objetivo para explicarlo, sino aplicar activamente dicho conocimiento para cambiar el mundo.
Al aplicar los cánones estrictos del método científico a este tema, es posible demostrar de manera efectiva en varios lugares de la explicación cómo no pudo haber surgido la vida; la improbabilidad es demasiado alta, la posibilidad, demasiado pequeña
¿Qué consume la información? Consume la atención de sus destinatarios. En consecuencia, una riqueza de información crea pobreza de atención, y la necesidad de asignar de manera eficiente la atención que entre la sobreabundancia de fuentes de información que se pueda consumir es primordial.
Es imposible no asignar a la violación del derecho de seguridad (contra su vida y propiedad) adquirido por todo ciudadano alguna de las penas más considerables.
Lo que sí tiene trascendencia, y es esencial y específicamente humano, es el ámbito de lo afectivo. Pero el sexo no. Lo malo es que, en algún momento aciago de la humanidad, se cometió el trágico error de adjudicar a lo sexual un significado moral.
No cargar la vida bajo el peso de los valores superiores, incluso los heroicos, sino crear valores nuevos que sean los de la vida, que hagan de la vida lo ligero o lo afirmativo.
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestra vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta
imputar la revolución a los hombres es imputar la marea a las olas.
Debemos hacer una pausa para considerar los peligros del comunismo en nuestra área y también debemos actuar activamente con el objeto de eliminar todo resto de difusión comunista en la Nación Árabe. Nos acusarán de ser fanáticos porque prohibimos que sus libros penetren en nuestra región... pero todo lo que puedan imputar no son sino tonterías.
No soy más que un convencido soldado de lo verdadero. Si me equivoco, mis juicios están aquí, impresos, y dentro de cincuenta años se me juzgará a mí, se me podrá acusar de injusticia, de ceguera, de violencia inútil. Acepto el veredicto del porvenir.
El cura había parado el reloj de la iglesia. Sus ruedas dentadas no debían medir el tiempo del pecado. El silencio debería acusar al pueblo.
El comunismo no priva al hombre de la libertad de apropiarse del fruto de su trabajo, lo único de lo que lo priva es de la libertad de esclavizar a otros por medio de tales apropiaciones.
La propiedad fue la chispa que prendió fuego a la revolución. El gobierno tenía necesidad de dinero. Tenía que mostrar que era absoluto, y por consiguiente, dueño de toda propiedad; tenía que apropiarse de su dinero, que estaba a disposición pero no era propiedad de sus súbditos.
No hay que desposeer a los humanistas de su función de educadores..., no se les puede arrebatar, pues son los únicos depositarios de una tradición: la de la dignidad y belleza humana. En otras épocas, los humanistas reemplazaron a los sacerdotes que, en tiempos turbios y antihumanos, pudieron arrogarse la dirección de la juventud. Desde entonces, señores, no ha surgido otra clase de educador.
Lo bueno necesita aportar pruebas; lo bello no. El mejor cosmético para la belleza es la felicidad.
El ser humano tiene siempre la posibilidad de aportar cosas diferentes. Ningún joven y no tan joven se tiene que preocupar de que todo está hecho, porque mientras haya un ser humano con un creyón en la mano y trace una línea ya va a poder decir algo enteramente nuevo y diferente a todo lo que se dijo en la historia del arte.
Declaro que la Iglesia no tiene la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que mi dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia
Toda interferencia gubernamental en la economía consiste en conceder un beneficio no ganado, extraído por la fuerza, a algunos hombres a expensas de otros.
Por los méritos de la Santa Madre la Iglesia, en que yo mi esperanza tengo (y cuyos miembros vivos sois vosotros), confío en Cristo Nuestro Señor que me ha de oír y conceder esta gracia: que use este inútil instrumento mío, para plantar la Iglesia
echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida.
Después de echar un vistazo a este planeta, un visitante de otro mundo diría: quiero ver al manager.