No sólo tenemos que perdonar a los demás, Mitch susurró por fin. También tenemos que perdonarnos a nosotros mismos. ¿A nosotros mismos? Sí. Todas las cosas que no hicimos. Todas las cosas que deberíamos haber hecho. No te puedes quedar atascado en el arrepentimiento por lo que debería haber pasado. Eso no te sirve de nada cuando llegas al punto donde estoy yo.
La razón de que sea necesario explicar a los demócratas de Rusia cosas tan elementales está en que se han atascado hasta tal punto en las ideas pequeñoburguesas que ni imaginarse pueden otro régimen que no sea el de los pequeños burgueses.
La tomaba como a un juguete; un juguete o un cerrado capullo de rosa que él hacía abrirse en cada noche de placer. Doña Flor iba perdiendo la timidez, entregándose a esa fiesta lasciva con creciente violencia, transformándose en amante impulsiva y audaz.
Morir es olvidar, ser olvidado, refugiarse desnudo en el discreto calor de Dios, y en su cerrado puño crecer igual que un feto.