Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por La Patria.
Es un desatino, y hasta resulta perjudicial observar ininterrumpidamente las cotizaciones, calcular cuánto se ha perdido o se ha ganado. Cuando se está convencido de la certeza de la inversión realizada, hay que permanecerle fiel, ser firme, duro y tener paciencia