Eres como una espada de excelente temple, oculta en la oscuridad de la vaina, y cuyo valor es desconocido para el artífice. Por tanto, sal de la vaina del yo y del deseo, para que tu valor se haga manifiesto y resplandeciente ante todo el mundo.
Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas.
El consumismo tiene una fuerte raíz en la publicidad masiva y en la oferta bombardeante que nos crea falsas necesidades
El monopolio nunca es un buen instrumento. Quien domina el mercado, domina precios y no actúa en beneficio del consumidor. De modo tal que soy una convencida de que mientras más oferta haya, me parece muy saludable.
Escuchar a los demás te ofrece la posibilidad de tener una visión más objetiva y completa sobre los temas de tu interés, además de brindarte la oportunidad de crear un ambiente de colaboración mutua en lugar de uno de conflicto.
No se puede decir más claro que la CEDA, que no se fijaba en la calidad de las personas, fue a la colaboración con los lerrouxistas a sabiendas de que iba a encubrir los negocios sucios, a colaborar con ellos. Y ya conocéis el viejo axioma español que dice: ¡A autores y encubridores, pena por igual!
Si la globalización significa la superación de las fronteras, la apertura sin restricciones al libre comercio, que desaparezca entonces quien no pueda resistir. No se indaga, por ejemplo, si en momentos anteriores de la producción capitalista las sociedades que hoy lideran la globalización eran tan radicales en la apertura que ahora consideran una condición indispensable para el libre comercio.
El desafío que se impone parecer ser este: pasar de una sociedad de producción industrial en guerra con la naturaleza a una sociedad de promoción de toda la vida en sintonía con los ciclos de la naturaleza y con sentido de equidad.
Pues bien, nosotros hemos dicho que el alma es una idea, que existe en la cosa pensante y que procede de la existencia de una cosa que existe en la naturaleza.
Otros residuos del paganismo en la adoraciön de las imägenes, cosa que no fue instituido por Moisés en el Antiguo Testamento, ni por Cristo en el Nuevo, tampoco...