Cada rival es un peligro latente. Cada combate es una nueva embestida que la vida nos depara. Cada triunfo es un paso más hacia lo que uno se ha propuesto. En definitiva, el boxeo y los boxeadores no son nada fáciles
Sé firme como una torre, cuya cúspide no se doblega jamás al embate de los tiempos.
Hoy no hay guita ni de asalto y el puchero está tan alto que hay que usar el trampolín.
La revolución feminista ha convertido a la mujer en ese tipo de hombre que a mí me entristecía cuando era joven, ese que tenía que trabajar de nueve a cinco de manera aburrida y nunca era dueño de su destino. Ahí es donde acabó su revolución, su asalto al poder.
Después de lo que hemos vivido en Bali, en Estambul, en Casablanca, en Madrid o en Londres, está claro que el terrorismo islamista ha decidido emprender una ofensiva en toda regla para imponer su tiranía opresiva.
El único gran elemento para la continuación del éxito en una ofensiva es mantener el ímpetu.